Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).– Un bosque con nanopartículas de oro se presenta como una de las principales candidatos para resolver el tema de la iluminación en las regiones del mundo habitadas por el hombre, luego de que un grupo de científicos chinos emplearan una técnica para colocarlas en plantas que a la larga podrían servir para sustituir los métodos de iluminación actuales
Las farolas que iluminan las zonas urbanas por la noche representan un gasto de miles de millones en mantenimiento y electricidad. Sin embargo, si se pudiera plantar árboles que emitan luz por la noche, sin duda resolvería ambos problemas, además de representar una opción más amigable para el medio ambiente.
No obstante, sin necesidad de recurrir a esta hipótesis, un grupo de científicos chinos descubrió de manera accidental una nanopartícula que hace que las hojas de los árboles brillen con luz propia en la oscuridad, publicó el diario científico Nanoscale.
El hallazgo fue avalado por la Real Sociedad de Química Europea, mientras que el doctor Yen-Hsun Wu, participante en el proyecto, explicó que él y sus colegas trataban encontrar una alternativa más barata y no tóxica al polvo de fósforo que se utiliza en las bombillas modernas de diodos emisores de luz (LED).
“Los LED han reemplazado las fuentes de luz tradicional en muchos paneles y alumbrado público de los caminos. Una gran cantidad de diodos emisores de luz, especialmente la luz blanca que emite diodos, utiliza polvo de fósforo para estimular la luz de diferentes longitudes de onda. Sin embargo, el polvo de fósforo es altamente tóxico y su precio es alto. Como resultado, el Dr. Yen-Hsun Wu tuvo la idea de descubrir un método que sea menos tóxico para reemplazar polvo de fósforo”, dijo el profesor asistente Shih-Hui Chang.
Investigando sobre las posibilidades de las nanopartículas de oro, los investigadores descubrieron que estas provocan que la clorofila de las plantas emita un brillo rojizo en la oscuridad (o azul violáceo si se las somete a luz ultravioleta).
La técnica fue puesta a prueba en una planta acuática llamada Hisopo de agua o Bacopa Caroliniana y sus descubridores creen que podría utilizarse para hacer que las hojas de los árboles emitan la suficiente luz como para no necesitar iluminación artificial por la noche.
Por su parte, los investigadores hicieron hincapié en que las tecnologías y la eficiencia bioluminiscencia es necesario mejorar los árboles para reemplazar luces de la calle en el futuro y llegar a la meta de ahorro de energía y protección del medio ambiente.
“En el futuro, los bio-LED podrían ser utilizados para hacer árboles a las orillas de carretera que sean luminiscentes en la noche. Esto ahorrará energía y absorberá el CO2 (dióxido de carbono), mientras que la luminiscencia del bio-LED harán que el cloroplasto lleve a cabo la fotosíntesis”, dijo Yen-Hsun Su en una entrevista para Chemistry World.
De acuerdo con los científicos, el procedimiento es inocuo para las plantas, mientras que el ahorro de energía eléctrica sería sumamente alto con la implementación de este plan. Sin embargo, apuntan que aún hay que refinar el hallazgo antes de dar con un método de aplicación sencillo y viable.